La consejera de Agricultura y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha presentado el plan de ayudas que su departamento ha diseñado para el sector agrario andaluz. El objetivo es mejorar su competitividad, sostenibilidad y rentabilidad. Se trata de un paquete de 3.451 millones de euros, que se distribuirá hasta 2027, suponiendo un incremento del 12% respecto al periodo anterior en la agricultura de Andalucía.
Un impulso de millones a la agricultura en andalucía
Según ha explicado la consejera, estas ayudas se enmarcan en el nuevo Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC) para Andalucía, que se está negociando con el Gobierno central y la Unión Europea. El plan contempla cuatro ejes de actuación:
- Apoyo a la renta de los agricultores y ganaderos.
- Fomento de la innovación y la digitalización.
- Protección del medio ambiente y el clima.
- Desarrollo rural.
Entre las medidas más destacadas, se encuentran las siguientes:
Aumento del 25% de las ayudas directas a los agricultores y ganaderos, que pasarán de 1400 a 1750 millones de euros anuales.
Refuerzo de las ayudas agroambientales y climáticas, que se incrementarán en un 50%, hasta alcanzar los 450 millones de euros anuales.
Impulso a la inversión en las explotaciones agrarias, con una dotación de 800 millones de euros para el periodo 2023-2027. Esto supone un aumento del 60% respecto al anterior.
Apoyo a la industria agroalimentaria, con una partida de 400 millones de euros para el mismo periodo, lo que representa un incremento del 100%.
Estímulo a la producción ecológica, con una asignación de 350 millones de euros para el quinquenio, lo que supone un aumento del 75%.
Fomento de la incorporación de jóvenes y mujeres al sector agrario, con una dotación de 200 millones de euros para el periodo 2023-2027. Esto implica un incremento del 33%.
Una oportunidad para el futuro
Asimismo, la consejera ha señalado que estas ayudas son fruto del diálogo y el consenso con el sector agrario, y ha agradecido su colaboración y participación en el proceso de elaboración del plan. Así pues, ha asegurado que su departamento seguirá trabajando para defender los intereses de Andalucía en la negociación de la PAC. Además, ha pedido al Gobierno central y a la Unión Europea que reconozcan el papel estratégico de la agricultura andaluza y que no recorten sus fondos.
Por último, ha puesto en valor el trabajo de los agricultores y ganaderos, que son “los guardianes del territorio, los proveedores de alimentos de calidad y los motores de la economía y el empleo rural”.
Invirtiendo en Andalucía
Esta medida parece necesaria y oportuna para el campo andaluz. Este sector ha sufrido mucho en los últimos años por la crisis económica, la competencia desleal, la sequía y la pandemia.
Asimismo, estas ayudas pueden servir para modernizar y diversificar el sector agrario, y para hacerlo más resiliente y adaptado a los nuevos desafíos. Sin embargo, no basta con inyectar dinero público, sino que hace falta una política agraria más justa y solidaria que garantice unos precios dignos para los productos. Por otro lado, es necesario que se defiendan los intereses de los agricultores y ganaderos frente a las grandes cadenas de distribución.
Cabe señalar que también es importante promover una mayor integración y cooperación entre los agentes del sector: solo así podremos asegurar el futuro del campo andaluz, que es el futuro de nuestra tierra y de nuestra cultura.