El sector agroalimentario español se estremece tras la negativa rusa para prorrogar el acuerdo de exportación del cereal ucraniano. Una medida que había permitido la exportación de millones de toneladas de maíz y cebada, pese a la guerra. Por esta razón, podemos prever un aumento del precio del cereal debido a la escasez en los productos de alimentación.

Precisamente este acuerdo de exportación era el que había permitido cierta estabilización en los precios del cereal. Asimismo, España se había convertido en el segundo mercado más importante para la exportación del cereal ucraniano, tras China. Cabe destacar, que la gran mayoría de estos cereales fueron destinados a la elaboración de piensos, según el Ministerio de Agricultura.

Ucrania ya se había convertido en uno de nuestros principales proveedores de cereales, mucho antes de la guerra. Pues, el 30% de las compras de maíz, el 17% del trigo y 60% del aceite de girasol compartían esta procedencia. De hecho, en 2022 aumentó aún más esta tendencia, de forma que prácticamente el 50% del grano importado procedía del mar Negro. Así pues, esto produce una dependencia que se suma al repentino cierre del corredor marítimo y la imposibilidad de encontrar mercados alternativos a corto plazo. Anticipa un duro golpe para los ganaderos españoles y la economía nacional, por el aumento del precio del cereal.

Los agricultores vaticinan enormes pérdidas en los campos de cereales, debido a la extrema sequía que padece España. Esto propiciaría la necesidad de un abastecimiento récord de más de 20 millones de toneladas, para poder garantizar el suministro de alimento y pienso.

Las organizaciones destacan que además de afectar a los productores, esta situación también repercutirá en los precios finales de consumo. Durante ese período, se produjo un aumento del 15% en el precio del pan, mientras las harinas y la pasta aumentaron un 30% y un 40% respectivamente. 

A pesar de estos inconvenientes, existen algunos factores que pueden evitar que los precios de los alimentos se disparen a los extremos vistos en 2022. Las estimaciones mundiales de las materias primas son más débiles a consecuencia de las malas perspectivas económicas de China –segunda potencia mundial– y la reducción general de la demanda, que también ha aliviado la cadena de suministro. En paralelo, los precios industriales han disminuido gracias al abaratamiento de los costes de producción.

En definitiva, se espera que los precios del cereal aumenten debido a la pérdida de Ucrania como principal proveedor. Sin embargo, es posible que desplazando esta demanda a Argentina y Brasil se pueda reducir el efecto de esta pérdida. Si además tenemos en cuenta el abaratamiento de los costes de producción, puede que sea posible mitigar en parte, el impacto negativo en la economía que tendrá la desvinculación con Ucrania.

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