Hacienda puede llamar a la puerta de tu empresa para hacer una inspección por sorpresa. Aunque no se trate de una práctica habitual, las actuaciones presenciales han aumentado en el último año sobre todo en sectores y ámbitos de riesgo fiscal.

Debes saber que puedes ser objeto de una inspección de Hacienda tanto si eres directivo o socio de una pyme, como si eres autónomo. Cualquier actividad empresarial está expuesta a una inspección sorpresa por parte de Hacienda.

Este año Hacienda pone el punto de mira en las pequeñas y medianas empresas que declaran ser menos rentables que la media del sector. Que Hacienda justifique una inspección por ingresar poco es un tema que se ha llevado ante el Tribunal Supremo. En cualquier caso, ante una inspección de Hacienda lo primero que debemos hacer es mantener la calma. Lo ideal es estar bien informado sobre tus derechos y tus obligaciones ante una inspección.

¿Qué debemos saber?

Los técnicos de Hacienda no pueden realizar una inspección sin que esté presente el propietario o administrador de la compañía. En el caso de que ejerzas tu actividad laboral desde casa, el inspector solo podrá acceder a tu domicilio si dispone de un requerimiento judicial.

El primer paso que debemos dar es solicitar la documentación: identificación, permisos y motivo de la inspección. Aunque se trate de una inspección sorpresa, el inspector debe notificar el motivo de la misma y están obligados a presentarse en horario laboral.

Aunque colaborar ante una inspección de Hacienda siempre evita conflictos y agiliza el proceso, si el motivo de la inspección no tiene una justificación de peso se les puede denegar el paso. En este caso los funcionarios deberán abandonar el lugar, aunque pueden tomar medidas cautelares para evitar la desaparición de pruebas.

Debemos tener en cuenta que los espacios o locales donde no hay un acceso restringido (oficinas en las que únicamente se exhiben productos comerciales, almacenes, locales comerciales…) no cuentan con el amparo de la privacidad. El funcionario puede entrar en estos casos con una autorización firmada por el delegado de Hacienda, e impedírselo puede conllevar una cuantiosa multa.

Los inspectores pueden entrevistar a los empleados para comprobar el funcionamiento de la empresa, realizar mediciones, fotografías, confiscar documentos (incluso los que estén protegidos por la Ley de Protección de Datos) y analizar los equipos y sistemas informáticos con los que se lleve la gestión del negocio. La ubicación física de los mismos es muy importante, ya que si se encuentran en locales abiertos al público pueden examinarse con una autorización administrativa.

Cuenta con nosotros

Como conclusión, ante una inspección sorpresa de Hacienda, recomendamos en primer lugar llamar al asesor fiscal para que supervise y le indique cómo actuar en cada momento. También es muy importante estudiar minuciosamente la autorización judicial y, ante cualquier duda sobre la actuación de los inspectores, estas deben quedar reflejadas por escrito en las diligencias.

Nuestro departamento de asesoramiento fiscal podrá aclararles cualquier duda que tengan sobre este tema, además de ofrecerle un seguimiento ante una inspección.

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