El 28 de Diciembre todos estamos un poco más alerta porque sabemos que en el momento menos pensado, alguien nos la va a intentar jugar. No obstante, cuando eres autónomo en España es un día de lo más normal, ya que las inocentadas pueden llegar durante los 365 días del año…

1. La cuota fija de autónomo en españa: nuestro amigo fiel, llueva o nieve

Cada 30 o 31, precisa como un reloj suizo, ahí estará la cuota de autónomo, a la que no le importa en absoluto que hayamos facturado 2 o 4000 euros, nos estará esperando como cada mes.

2. Morosidad: «Ya te haré el ingreso… pronto»

La morosidad es el pan de cada día para muchos autónomos. La ley contra la morosidad parece más una recomendación que una norma estricta, y las excusas de algunos clientes podrían competir en originalidad con las mejores inocentadas. Lo malo es que, al final, nadie aparece con un ramo de flores ni un “¡sonríe a la cámara!” cuando te dejan esperando meses para cobrar.

3. Pagar el IVA de facturas no cobradas: la broma suprema

Pocas cosas son más irónicas que tener que pagar el IVA de un dinero que aún no has recibido. Hacienda no entiende de excusas ni de plazos: si emitiste la factura, toca pagar el IVA trimestral. Mientras esperas con ansiedad que te paguen, no puedes evitar mirar a tu alrededor buscando cámaras y pensar “a mí me están grabando”.

4. Coberturas sociales: la letra pequeña de la cotización mínima

Después de años pagando la base mínima, llega el momento de la jubilación y te encuentras con una pensión que apenas supera los 700 euros. ¿Qué decir de los accidentes laborales o las bajas? Las coberturas son limitadas y, a menudo, parecen más un castigo que un derecho. Sin duda, la realidad supera a la ficción en este apartado.

5. El IRPF: cuando «ganar más» no es tan divertido

A medida que tus ingresos suben, también lo hacen tus pagos a Hacienda. El IRPF progresivo puede hacer que sientas que trabajas medio año para pagar impuestos. Por supuesto, el autónomo siempre tiene ese “momento de suspense” cada trimestre, haciendo malabares para cuadrar cuentas y evitar sorpresas.

6. Las subvenciones que nunca llegan

“Presenta la documentación y te ayudaremos a impulsar tu negocio”, dicen. Pero luego los trámites son tan complejos que necesitas un máster para entenderlos. Cuando, por fin, todo está en regla, descubres que los fondos ya se agotaron. Más que una ayuda, parece un concurso de obstáculos.

7. Las bajas médicas: «Un día sin facturar es un día perdido»

Los autónomos no tienen el lujo de un día de reposo. Enfermar significa dejar de trabajar, y dejar de trabajar significa no facturar. Por ello, muchos enfrentan gripes y resfriados como si fueran campeones olímpicos, deseando que hubiera un monigote de «¡Es broma!» que les devolviera los ingresos perdidos.

8. Conciliación laboral y familiar: un equilibrio imposible

Para un autónomo en España, desconectar del trabajo es un concepto abstracto. Las vacaciones se traducen en ingresos nulos y los horarios flexibles son solo un mito. Ser tu propio jefe suena genial hasta que te das cuenta de que siempre tienes que estar disponible.

Resiliencia y buen humor: el superpoder de los autónomos

Por todas estas cosas, desde Gestoría Cantón les recomendamos contar con un equipo de profesionales que les ayuden a sobrellevar las «inocentadas del autónomo en España». Además, contar con un seguro de Incapacidad Laboral Temporal o un Plan de Inversión a Largo Plazo puede ser una inversión en tranquilidad.

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