El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se pronunció al respecto de las transacciones online indicando que estas están sujetas a tributación igual que el resto de transmisiones entre particulares.
El comercio online
El ministro ha indicado que realmente «no hay ninguna novedad. El comercio online no puede ser diferente de lo que han sido las transacciones comerciales normales«
La Dirección General de Tributos (DGT) ya se pronunció el pasado 22 de agosto en una consulta vinculante que hizo al respecto una contribuyente que quería vender objetos personales a través de internet:
“si se entiende que la venta de objetos usados la realizan como particulares y no como empresarios ni profesionales en el ejercicio de su actividad, como operación no sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido, debe considerarse, en todo caso, como transmisión gravada por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. Debiéndose liquidar por el adquirente, en base al valor real de los bienes y en función del tipo de gravamen que corresponda a la clase de bien que se transmite. Este tipo se fija para los bienes muebles en la actualidad, en un 4 %”.
Por lo que a partir de ahora, cuando queramos realizar una compra en alguno de estos portales de compra-venta de objetos de segunda mano en internet (Wallapop, Milanuncios, ebay…) deberemos tener en cuenta, que al precio habrá que sumarle el 4% en concepto de impuesto para satisfacer a la Administración.
La Agencia Tributaria ya advirtió en el Plan de Control Tributario de este año, que la economía digital iba a ser una de sus grandes prioridades. Cuentan con la ventaja de que, a diferencia de la compraventa física, las transacciones realizadas de manera online si dejan huella, por lo que es mucho más fácil para los Inspectores de Hacienda detectarlas.
De cara al vendedor, hay que tener en cuenta que deberá tributar en el IRPF en caso de haber obtenido una ganancia patrimonial. Si bien es cierto, que cuando usamos esta plataformas buscamos más vaciar trasteros y armarios que beneficio económico alguno.
Ahora solo cabe esperar ver cómo afectará esta advertencia a las transacciones por internet entre particulares y ver hasta que punto los inspectores de Hacienda empiezan a perseguirlas.